viernes, 14 de diciembre de 2018

El chancho del Cerro Matabrujo


Contaban nuestros abuelos, que en la ciudad de Barranca en el lugar denominado Huacán sobre una colina, había una casa construida de adobes y cañas, pero que por muchos años estaba desocupada, de ella se contaban extrañas historias.

Un día para sorpresa de los pobladores del lugar, vieron que salía humo, como si alguien estuviera cocinando, pero no lograban distinguir a ninguna persona, de noche nadie quería pasar cerca de aquella casa, algunos aseguraban que veían rodar un cilindro con fuego y que luego se transformaba en un chancho gigante o en un pato.

Un día, uno de los pobladores del lugar dijo a su esposa que iría al pueblo a comprar un machete para cortar la hierba que crecía en su terreno de cultivo. La mujer le advirtió que tuviera cuidado de andar con malas juntas y que al regreso no pasara por la casa del cerro de Huacán, que por ahí andaban ladrones, pero su esposo ya había salido sin oír sus advertencias.

Aquél hombre, en efecto, llegó al centro de Barranca y realizó la compra del machete, pero como él poco venía al centro poblado decidió pasear. Deambulando se encontró con un amigo quien lo invitó a un cumpleaños. Ambos se encaminaron a la fiesta, se divirtieron muy bien y al llegar la noche, el poblador decide retirarse con muchas copas encima. Se olvidó de que no debía pasar por la casa del cerro, cuando estaba cerca vio que un cilindro con fuego venía rodando y al llegar a sus pies se transformó en un chacho gigante, el hombre entró en pánico y comenzó a botarlo con palabras soeces, pero el animal lo seguía.

Recordó que aún tenía el machete, producto de la compra de unas horas antes, y le lanzó un golpe certero abriéndole un tajo en el lomo y el cerdo no lanzo un grito característico, sino se quejó como un ser humano: “me jodiste”.

El hombre asustado a punto de perder el conocimiento, vio que el animal trepaba la colina, llegó a su casa y contó a su esposa lo sucedido, pero ella le dijo: “Tú nunca bebes licor, por eso has visto visiones, anda a dormir”.

Al día siguiente fue a contarle a su vecino lo sucedido y ambos fueron a la casa de la colina tocaron la puerta y nadie respondía. Decidieron violentarla y su sorpresa fue grande, sobre una cama yacía un hombre muerto con un corte enorme en la espalda.

He allí el comentario general de los pobladores "habían matado al brujo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario